El protocolo como gestión empresarial resulta más útil de lo que se piensa. Esta disciplina nació en las recepciones oficiales, pero bien utilizada en la dirección de empresas puede contribuir a cerrar buenas operaciones, ya que saber estar y comportarse mejora nuestra imagen y la de nuestra empresa.
¿Cómo puedo incorporarlo en mi empresa?
Cuando se aplica de manera adecuada en la dirección de empresas, el protocolo no solo se limita a aspectos de etiqueta y comportamiento, sino que se convierte en un medio estratégico para cerrar buenas operaciones.
Saber estar y comportarse correctamente no solo mejora nuestra imagen personal, sino que también proyecta una imagen positiva de nuestra empresa, lo que puede influir significativamente en la percepción que tienen los clientes y socios comerciales.
Además, el protocolo empresarial va más allá de la mera formalidad; implica la habilidad para establecer y mantener relaciones sólidas y duraderas. El trato respetuoso y cortés hacia los demás, la capacidad de adaptarse a diferentes entornos culturales y el conocimiento de las normas de cortesía empresarial son aspectos clave que pueden marcar la diferencia en el éxito de una negociación o alianza comercial. En un mundo cada vez más globalizado y competitivo, el dominio del protocolo empresarial se convierte en una ventaja estratégica que puede abrir puertas y generar oportunidades de negocio.
Resulta obvio que son tan importantes las habilidades comerciales como las sociales. Pero a veces, no somos conscientes de la importancia de saber atender a las visitas, ya sean clientes consolidados o posibles clientes o proveedores. Por ejemplo, en el día a día de una empresa surgen muchas situaciones que si se gestionan correctamente se pueden cerrar buenos negocios. Pero, si una persona no sabe desenvolverse con soltura y buenos modales, la empresa puede perder oportunidades inmejorables.
Desde una simple reunión con un cliente potencial hasta eventos corporativos de gran envergadura, el manejo adecuado del protocolo empresarial puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Una presentación bien estructurada, un saludo adecuado, o incluso el conocimiento de las normas de etiqueta en el intercambio de tarjetas de visita pueden influir en la percepción que los demás tienen de nuestra empresa y, en última instancia, en la decisión de hacer negocios con nosotros.
¿Exagerado? Pongamos casos prácticos:
- Tiene una visita de un cliente importante y las instalaciones de sus oficinas no son elegantes, ni dan la sensación de obsoletas.
- Su secretaria no sabe transmitir correctamente a sus clientes la información de su empresa y sus clientes se sienten desorientados.
Cualquiera de estas situaciones transmitirá una mala imagen de su empresa, perdiendo oportunidades, mientras que, al revés, contar con unas instalaciones elegantes y modernas, con un equipo de secretariado capaz de escoger los temas de conversación y saber cómo atender a los clientes le pondrá en situación de cerrar buenas operaciones o, cuanto menos, reforzar los lazos.
En el centro de negocios MC4 somos conscientes de que la disciplina del protocolo genera dentro de la empresa una cultura de perfecta organización. Además permite la potenciación de la imagen de la empresa hacia el exterior, ya que mejora las relaciones con los proveedores y facilita la retención de clientes. Nuestra experiencia de 25 años en el sector nos avala como mejor garantía de elegancia y cuidado de las relaciones protocolarias. Tenemos muy claro que el éxito de nuestros clientes es nuestro éxito.